viernes, 4 de junio de 2010

UN POQUITO DE POR FAVOR



Un poquito de por favor ¡Váyase señor cuesta, váyase! Lo sentimos y lo oímos en nuestro parloteo mental. Es lo que le diríamos a ese jefe, compañero de trabajo, ante su mala educación, ante su prepotencia insostenible e incomprensible.

¿Por qué actuará así? ¿Acaso no existe más vocabulario en el castellano, para comunicar una orden, que las palabras cuyo significado son nuestros órganos sexuales?

¡Váyase señor cuesta, váyase! O aprenda a comunicar con educación, utilizando el rico vocabulario de nuestra lengua, mirando a los ojos con comprensión y gesticulando con naturalidad, transmitiendo al subordinado confianza, respeto, comprensión y motivación.


¡Aquí no hay quien viva! Me comentan muchos directivos, profesionales y trabajadores, los cuales se quejan de la mala educación, de las órdenes que insultan y amenazan.

La falta de tacto de muchos jefes, mandos intermedios, coordinadores... cuestan un ojo de la cara a los empresarios: desmotivación, incomunicación y desconfianza son torpedos dirigidos a la línea de flotación del negocio.

¿Tanto cuesta desprendernos de nuestros egos? “Aquí mando yo”, “Lo digo yo y punto” y acercarnos a los demás con empatía, con seguridad, sabiendo que nadie es tonto y que todas las personas saben cual es su cometido y su responsabilidad en su puesto de trabajo.

Es fácil mandar y dar órdenes, lo difícil es que los subordinados hagan lo que tienen que hacer y además lo hagan queriendo, con entusiasmo, motivados y aportando lo mejor de ellos en la labor que estén desarrollando en ese momento.

¡Cuánto arrogante y grosero abunda en el mundo de la empresa! Si supieran los empresarios el gran coste que supone para sus empresas la mala educación de sus directivos, mandos intermedios y algún trabajador, cambiarían hacia una cultura de empresa basada en la buena comunicación: con sinceridad, respeto, empáticamente... y se unirían a los que expresamos claramente y con educación ¡Váyase señor cuesta, váyase!














                                                             A LITTLE PLEASE


A little sir please Go hard, go! Sorry and we hear in our mind chatter. It is what we would say that boss, co-worker, at his rudeness, arrogance before untenable and incomprehensible.

Why act like this? Is there no more vocabulary in Castilian, to communicate an order that the words whose meanings are our sexual organs?

Mr. Cuesta Go, go! Or learn to communicate with education, using the rich vocabulary of our language, looking into his eyes and gesturing naturally understanding, conveying the subordinate trust, respect, understanding and motivation.

Here no one alive! I say many managers, professionals and workers, who complain of the rudeness, insulting orders and threaten.

Tactlessness of many heads, middle managers, coordinators ... cost a pretty penny to entrepreneurs: motivation, isolation and distrust are torpedoes aimed at business waterline.

So much hard letting go of our egos? "I'm in charge here", "I mean me and point" and reach out to others with empathy, with confidence, knowing that no one is stupid and everyone knows what their role and responsibility in their jobs.

It is easy to send and give orders, how hard is that subordinates do what they have to do and wanting to do well, enthusiastic, motivated and deliver the best of them in the work they are developing at the time.

How arrogant and rude abounds in the world of business! If employers knew the great cost to their companies the rudeness of its executives, middle management and a worker, would switch to a company culture based on good communication: with honesty, respect, empathetic ... and would join those who express clearly and education costs Mr. Go, go!