Nada mejor que una mente
bien amueblada para dirigir una empresa. Una mente generadora de pensamientos
constructivos, deseosos de verse plasmados en realidades productivas.
Un directivo que quiera avanzar
hacia el concepto de excelencia profesional, no debería, desde mi punto de
vista, amueblar su vivienda profesional, sólo con cifras a corto plazo; ni
dejarse atrapar por la inmediatez de lo urgente.
Aquellas empresas que
están dirigidas por excelentes profesionales, no sólo evolucionan bien sino que
benefician al conjunto de la sociedad. Estos profesionales, inquietos y
preocupados por la empresa que dirigen, no dejan vacío el compartimento social.
No es necesario tener una
mente prodigiosa para ser un excelente profesional; igual que no se requiere
una vivienda de lujo para ser feliz. Cualquier profesional puede sentirse
desarrollado y aportar un cien por cien de su rendimiento. La intencionalidad
de querer mejorar, es para mí, un requisito esencial para llegar a ser un buen
profesional.
Una mente sana y
equilibrada sabe lo importante que son los sentimientos para incrementar la
competitividad. La inteligencia emocional, tan de moda últimamente, en el
ámbito empresarial, no es otra cosa que gestionar inteligentemente las
distintas emociones que sentimos los seres humanos; y sobre todo aprender a
gestionar las emociones negativas: miedo, odio, rencor.
Muchas empresas, que
poseen grandes infraestructuras, desaparecerán ante la inevitable
competitividad, ya que no valoran suficientemente las INFRAESTRUCTURAS MENTALES
de quienes las componen, para afrontar las exigencias de los mercados.
¡Imagínense lo importante
que es amueblar emocionalmente los distintos departamentos de una empresa!
Cuantas más mentes estén impregnadas de una cultura empresarial cuyo principio
sea la excelencia organizacional, más sólida será la infraestructura
organizativa; y de mayor resistencia estará dotada la empresa para hacer frente
con éxito a los inevitables y peligrosos movimientos sísmicos que producen los
mercados.
Siendo, todo lo
anteriormente expuesto, en este breve y sencillo artículo, de sentido común,
¿por qué nos empecinamos en seguir amueblando lujosamente los despachos de
aquellos directivos que no quieren mejorar la infraestructura mental de la
empresa? Posiblemente, al igual que ocurre con los decorados cinematográficos,
seamos más felices y nos sintamos más seguros autosugestionándonos con imágenes
de ficción.
Lamentablemente se
infravaloran a muchas mentes creativas que tantos beneficios pueden generar si
se les tuviera en consideración sus propuestas edificadoras, eficaces y
rentables para todos.
MENTAL INFRASTRUCTURE
Nothing better than a well furnished mind to run a company. A mind generating constructive thoughts, eager to be reflected in production situations.
A manager who wants to move towards the concept of professional excellence, should not, in my view, his professional home furnishing, only short-term figures, or get sucked into the immediacy of the urgent.
Those companies that are run by excellent professionals, not only do well but benefit the whole society. These professionals, anxious and worried about the company they lead, leave no social compartment empty.
No need to have a prodigious mind to be an excellent professional, not like a luxury home requires to be happy. Any professional can feel developed and provide a one hundred percent of their performance. The intent of wanting to improve, is to me, an essential requirement to become a good professional.
A healthy and balanced mind knows how important feelings are to increase competitiveness. Emotional intelligence, so fashionable lately, in business, there is nothing that intelligently manage the different emotions that humans feel, and above all learn to manage negative emotions: fear, anger, resentment.
Many companies with large infrastructures, disappear before the inevitable competition, since no infrastructure underappreciated MENTAL who compose them, to meet the market requirements.
Imagine how important it is emotionally furnish the various departments of a company! The more minds are steeped in a culture whose principle business is organizational excellence, the stronger the organizational infrastructure, and increased strength the company will be equipped to deal successfully with the inevitable and dangerous earthquakes that produce markets.
Since all the above, in this short and simple article, common sense, why we continue furnishing luxuriously empecinamos in shipments managers who do not want to improve the mental infrastructure of the company? Possibly, as is the case with film sets, let us feel happier and safer autosugestionándonos with fictional images.
Unfortunately many are undervalued creative minds can generate many benefits if they take into consideration their proposals vaulting, effective and profitable for everyone.